El pasado 25 de Septiembre acudí a Málaga para asistir a la clausura del XIV Congreso de Centros Comerciales, de cuya Asociación fui Presidente en sus inicios. Aproveché la hora del almuerzo para reunirme con uno de los socios locales de Cremades – Calvo Sotelo y al final de nuestra conversación le pedí ayuda para contactar a mi viejo amigo Pedro Aparicio, con quien tuve una magnífica relación, profesional y personal, cuando él, en calidad de Alcalde, fue Presidente de Mercamálaga y yo era Presidente de MERCASA. Al regresar a la sede del Congreso me dicen que a la cena de clausura no puede venir el actual Alcalde, mi también buen amigo Francisco de la Torre, porque acaba de fallecer uno de sus antecesores. Se trataba desgraciadamente de Pedro Aparicio.

 Antes de referirme expresamente a él, he de decir que en mi calidad de Presidente de MERCASA, nombrado por Juan Antonio García Díez en 1977, tuve una experiencia única, derivada de la renovación de los gobiernos municipales en 1979: de los diecisiete MERCAS que existían entonces, en las 17 ciudades más importantes de España, 14 pasaron a tener Alcaldes socialistas. Fue un privilegio para mí iniciar un trato asiduo y enormemente satisfactorio con personas como Tierno Galván en Madrid, Narcís Serra en Barcelona, Julián Balduz en Pamplona y otros nombres, entre ellos dos médicos con lo que tuve especial relación personal: Jesús Málaga en Salamanca y Pedro Aparicio en Málaga. Quiero dedicar estas líneas a este último.

 La sintonía personal con Pedro Aparicio fue clara desde el principio, como lo fue mi progresiva admiración por él.

 En primer lugar, fue un ejemplo de vocación para entregarse al servicio de los intereses generales. Pasar a la vida política desde una profesión liberal es un testimonio de sensibilidad social que no era frecuente entonces y que contrasta con la actitud de quienes ven en la política una carrera.

 El segundo aspecto que me pareció admirable fue su amplitud de miras para buscar lo mejor en la gestión de los asuntos públicos, sin la estrechez partidista con la que, con desgraciada frecuencia, se afrontan decisiones en las que la expectativa del voto se pone por delante de los intereses generales en juego.

 Esta actitud fue clave en nuestra relación y debo decir que generalizada con los catorce alcaldes socialistas de los que fui “socio” en los respectivos MERCAS. Tuvimos la oportunidad de dar un giro de ciento ochenta grados en la gestión de estas empresas públicas, en las que, por regla general, faltaba la preocupación por la cuenta de resultados, y pasaron pronto a tener importantes ingresos  para MERCASA y para los Ayuntamientos.

 Mercamálaga progresó en su gestión empresarial y nuestro criterio estaba por encima de cualquier instrumentación política, que, donde existe, suele convertir a la empresa pública en un puro centro de gastos.

 Pedro era un activo militante socialista que dialogaba con quienes  remaban en la misma dirección que él en la gestión de los intereses de su ciudad, sin ningún grado de politización. Un ejemplo fue mi entendimiento con él. Aunque yo no ere militante de ningún partido, mi nombramiento emanaba del Gobierno de UCD que ganó las elecciones en 1977. Si se me permite la licencia creo que puedo considerar a Pedro Aparicio como un socialista liberal, sin que se me acuse de contradictio in terminis.

 Cuando, además del entendimiento profesional y empresarial, existe la sintonía personal antes mencionada, surge espontáneamente la amistad. Buena prueba de ello fue nuestro último encuentro: en febrero de 1983, sorprendido por mi relevo al frente de MERCASA, vino a verme a Madrid y me regaló un libro editado por el Ayuntamiento de Málaga en el centenario del nacimiento de Picasso, que guardo como oro en paño en mi biblioteca, no solo por ser una joya literaria y editorial, sino, sobre todo, por la cariñosa dedicatoria de Pedro a mi mujer y a mí, en recuerdo de una memorable comida de los tres en Málaga.

 Hasta aquí mi modesto homenaje a Pedro Aparicio. Para el encuentro tendré que esperar…

 

 

Publicado en Diario Sur el 30/10/2014

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