Por Claudia Mieres Rodríguez
El Tribunal Supremo ha avalado recientemente la decisión del Ayuntamiento de Andratx (Mallorca) de prohibir el uso de maquinaria de construcción durante los meses estivales de julio y agosto debido al intenso ruido que generan. Alfredo Gómez-Acebo, abogado de Cremades & Calvo-Sotelo, ha defendido la causa. Está especializado en Derecho Administrativo, en concreto, en materias de contratación pública, infraestructuras, transportes, aguas, sector de las telecomunicaciones, audiovisual y nuevas tecnologías. También es profesor y ponente en diversos cursos de postgrado en materia de Derecho Audiovisual, comercio electrónico y telecomunicaciones y ha escrito más de 30 artículos en revistas, periódicos y libros sobre temas relacionados con el Derecho Audiovisual.
- ¿Cómo afectará esta sentencia no sólo a los turistas sino también a los mallorquines?
Esta sentencia aportará evidentes beneficios no sólo medioambientales sino también relacionados con la salud, la calidad de vida y, por supuesto, aportará una mejor y sostenible oferta turística en meses críticos, vitales para la isla.
- ¿Cree que estas medidas restrictivas se extenderán a otras zonas turísticas de España?
Sin duda. Pero no han de contemplarse como medidas restrictivas sino medidas destinadas a la promoción y aseguramiento de condiciones medioambientales, beneficiosas para la salud y la vida personal y familiar, tanto como favorecedoras de la economía con motivo de una mejor calidad turística, y se trata de medidas que no sólo deben implementarse en el municipio cuyo Ayuntamiento lideró esta mejora, sino en todos los del archipiélago balear, canario y resto de España.
- ¿Cree necesario limitar las horas de exposición a ruido intenso también en otras ciudades, aunque no sean turísticas?
Sí, es necesario. No sólo atiende al hecho de afectarse al turismo –motor de nuestra economía- sino a una época del año y horas vinculadas al descanso, a la salud, a la intimidad personal y familiar, y eso ha de contemplarse por parte de poderes públicos con competencias en la materia, y en particular por las administraciones que autorizan las obras que emplean este tipo de maquinaria generadora de ruido intenso.
- ¿Qué efectos positivos cree que se observarán en el municipio de Andratx cuando se lleve a cabo la norma?
En realidad la Ordenanza se halla en vigor desde su aprobación en marzo de 2014 aunque se intentó por el sector constructor que se suspendiera la aplicación de la reforma operada en su artículo 23.3 sobre el uso de máquinas picadoras. Se ha obtenido un ejercicio de la actividad constructiva más ordenada y racional, del todo compatible con el medioambiente, la salud y el turismo. No olvidemos que la limitación –que no prohibición- del uso de máquinas picadoras afecta tan sólo a un tipo concreto de obras que se realizan en una de las primeras fases de la actividad de edificación (desmontes, movimiento de tierras, excavación), como son la de cimentación, estructura, cubierta y cerramiento y fases externas. Así, se puede realizar cualquier tipo de obra de construcción durante esos meses críticos, pero sin emplear máquinas picadoras: No se prohíben las obras; con una planificación coherente y racional, la actividad constructiva no tiene por qué verse afectada por esta medida favorecedora, que no restrictiva.
- En España aún queda camino por realizar en esta materia ¿Cómo es posible concienciar a la población de lo que supone la contaminación acústica y sus repercusiones?
No existe ningún tipo de acción de comunicación acerca de los efectos de la contaminación acústica. Ni interesa políticamente ni supone beneficios económicos. Sólo conocemos sus efectos de forma marginal a través de noticias periodísticas sobre casos puntuales. Para concienciar a la población hace falta una acción concreta institucional alertando de los perjuicios que supone para la salud este tipo de contaminación, cómo incide en el medio ambiente, cómo limita el bienestar personal y efectos colaterales como el turismo y otras actividades económicas. Sólo administraciones valientes y empresarios inteligentes promoverán acciones en este sentido, y en un corto espacio de tiempo encontrarán una respuesta positiva de la ciudadanía y del mercado.
No olvidemos que aproximadamente el 80% de la contaminación acústica proviene del tráfico a motor, el 10% de las obras y actividades industriales, y el 10% restante del ferrocarril y actividades de restauración. Si incidimos en el tráfico y las obras con medidas de fomento de uso de transporte público, vehículos eléctricos y un uso eficiente de medios constructivos respetuosos con horarios y épocas del año críticos, creamos un mejor entorno y cuidamos la salud.
- ¿Es posible llevar a cabo medidas de este tipo sin perjudicar a sectores como el de la construcción?
Totalmente. Sólo una deficiente planificación de las obras supone el tener que realizar un concreto tipo de obras –que precisan máquinas picadoras causantes de elevados ruidos que con esta medida se limita- dentro de la primera y concreta fase de construcción en los meses que se está limitando el empleo de esas máquinas. Tampoco se permite realizar obras de ninguna clase en horario nocturno y esto no ha causado jamás ningún perjuicio al sector de la construcción. Ahora se limita en un periodo concreto del año el uso de un tipo de máquinas, las que más afectación producen en el medio. No perjudica, sino que aporta beneficios medioambientales, sobre la salud y la economía.
- ¿Cómo valora la situación de España respecto a otros países europeos en materia de contaminación acústica?
Aunque nuestra capital es una de las diez ciudades más ruidosas del mundo y que más de 9 millones de españoles nos vemos afectados por niveles de ruido por encima de los 65 dB –recomendados por la OMS para el horario diurno-, la situación en Europa no es mucho mejor: un tercio de los países miembros de la UE se halla afectado por la contaminación acústica. Este problema se halla directamente relacionado con la densidad de población; los países del norte de Europa, con menor densidad de población, se contemplan como zonas tranquilas; entornos con mayor densidad –Bélgica, Países Bajos-, son zonas más ruidosas.
- ¿Cómo ha surgido su interés por este tema?
Precisamente por el enorme desconocimiento que existe acerca de cómo nuestra salud y nuestro entorno se ven afectados de forma imperceptible a causa del ruido. Me refiero a la calidad del descanso, el estrés, la irritabilidad, concentración, alteraciones diversas en nuestra salud en definitiva, además de los efectos indirectos en nuestra economía –qué mejor ejemplo que el impacto en el turismo en zonas de descanso-.
- ¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?
La posibilidad de brindar soluciones a problemas, dificultades, retos que plantean mis clientes. Cuanto más complicado es el desafío más motivador me resulta el trabajo. Esto, y la posibilidad de innovar y compartir con otros abogados mi trabajo, los asuntos y mi experiencia.
- ¿Cómo puede la abogacía renovarse y ponerse al día en cuestiones relativas a la sostenibilidad y al medio ambiente?
No veo un problema de actualización. Se trata de un ámbito de ejercicio profesional reducido por no existir un número relevante de casos. Si fuera más elevado o tuviera mayor efecto en la economía existiría más y mejor divulgación.