Cemades & Calvo-Sotelo Sevilla ha creado un observatorio para la atracción y el desarrollo de proyectos innovadores y tecnológicos en Andalucía. Dicho observatorio, que contará con la participación de Accenture, funcionará como una especie de puente para que a la administración le lleguen proyectos relativos a salud, educación, infraestructuras, servicios sociales y empresa, que puedan ser desarrollados mediante colaboración público-privada, «mejorando al mismo tiempo los servicios públicos que llegan al ciudadano y el músculo y la capacidad tecnológica local en sectores claves».

Esta iniciativa responde, por un lado, a la constatación del escaso uso actual de las fórmulas de colaboración público-privada no ya en Andalucía, sino en toda Europa, el cual contrasta con las recomendaciones de las propias instituciones comunitarias, que recientemente, a través de una resolución aprobada por el Parlamento europeo, han dejado clara la necesidad de convertir la contratación pública en ariete de la innovación y la competitividad económica.

«Hay más de 250.000 administraciones públicas en el entorno de la Unión Europa que gastan cada año alrededor de dos billones de euros en licitaciones (casi el 14% del PIB). Europa pretende cambiar los viejos esquemas de fomento de la innovación, basado en el uso de los incentivos, por nuevas fórmulas basadas en la compra pública innovadora de servicios y tecnologías ofrecidas por las empresas y startups del entorno», explican desde Cemades & Calvo-Sotelo Sevilla.

Pero en parte porque las administraciones han optado por fórmulas de licitación tradicionales y en parte por desconocimiento del tejido productivo local, lo cierto es que la contratación pública ha permanecido hasta el momento ajena a las pymes y al estímulo de la innovación.

Las licitaciones a las que sólo concurre un ofertante son hasta el 30%, lo que demuestra las dificultades para acceder a estos procedimientos.

Al mismo tiempo, los concursos han estado concebidos hasta ahora para resolver necesidades públicas pero no para pensar en nuevas formas de prestar los servicios públicos, estimulando la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías.

«A través de la colaboración público-privada pueden resolverse ambas lagunas, pero el problema es que la administración se ve frecuentemente desbordada y con dificultades para conocer qué proyectos tecnológicos se cuecen en su entorno y podrían ser útiles para una mejora de sus servicios públicos», inciden.

Nuevas tecnologías

Para que la contratación pública se convierta en un ariete eficaz para el estímulo de la innovación, la administración debe ser capaz de identificar las tecnologías que empiezan a desarrollarse en su entorno más próximo y apueste por ellas a través de la inversión pública.

Así, los objetivos del nuevo Observatorio se situarán en el marco de las políticas de RSC de Cremades & Calvo Sotelo y Accenture: identificar tecnologías y proyectos innovadores que puedan interesar a las administraciones andaluzas y catapultar el desarrollo innovador del tejido productivo regional, dinamizando la cultura emprendedora y el músculo innovador y tecnológico de Andalucía.

Para Francisco José Fernández Romero, socio de Cremades & Calvo-Sotelo Sevilla, el reto es que la colaboración público-privada deje de ser un desiderátum para convertirse en una posibilidad real y asequible para administraciones y empresas en Andalucía. «El hecho de estar al tanto de lo que ocurre en tecnología e innovación, y hacérselo llegar a la administración es el salto cualitativo que necesitamos. La planificación no sólo puede depender de lo público, tiene que partir también del sector privado. Y nuestra idea con este Observatorio es que llevar proyectos y tecnologías reales del sector privado a la planificación pública», señala.

La crítica situación que ha provocado la pandemia global de coronavirus ha puesto de manifiesto este asunto. «Para poner un ejemplo concreto, ahora a la luz del Covid-19 hemos de actuar en los procesos productivos locales. Si hasta ahora los proveedores habituales de un industrial andaluz han estado en China o India, y ahora se pretende virar hacia una economía local sin tener controlados a proveedores de su entorno, con este Observatorio se puede ofrecer a la Administración la necesidad de crear plataformas de conexión local de grandes empresas y pymes en procesos productivos. Son, en definitiva, respuestas concretas a problemas concretos», explica.

Para Gonzalo Ortiz, responsable de Sector Público y Sanidad de Accenture en Andalucía, la fórmula de la colaboración público–privada es una alternativa que ha llegado para quedarse. «Este tipo de conexión ofrece soluciones al modelo burocratizado actual, aportando valor a la Administración, reduciendo los costes de tramitación y mejorando la calidad de los servicios públicos. Nuestra experiencia nos dice que el introducir en los procedimientos de licitación medidas como la consulta preliminar al mercado o el diálogo competitivo entre empresas, garantizan a la Administración el adquirir la solución que mejor da respuesta a sus problemas», resume.

 

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