El nuevo entorno del Metaverso

No cabe duda de que el Metaverso y todo lo relacionado con el desarrollo y despliegue de este nuevo entorno digital, está ascendiendo progresivamente en la escala de interés de la opinión pública y los agentes económicos, principalmente las empresas que ofrecen servicios en internet y para las que la actividad on line es ya su canal prioritario.

El concepto de Metaverso surge en 1992 en obras de ciencia ficción y se refiere a un universo post-realidad virtual donde confluyen e interactúan múltiples usuarios de manera perpetua y continua fusionando la realidad física con la digital. En este contexto, e impulsado por los principales empresarios del ecosistema digital, se asienta la idea de que el mundo real es la suma del mundo físico y del mundo virtual.

De esta manera en el Metaverso se accedería a un mundo digital a través de dispositivos cada vez más avanzados e integrados con el ser humano, de manera que la interacción dentro de este entorno será similar y capaz de generar sensaciones semejantes a las que tenemos en el mundo físico.

Esta visión del mundo, en el que habitaríamos en ambos planos simultáneamente, es sin duda discutible pero quienes la defienden pretenden situarlos plenamente en planos de igualdad en un futuro no muy lejano, por lo que siendo ambos humanos se habrá de crear un nuevo entorno con múltiples facetas, por lo que las posibilidades de desarrollo y negocio serán infinitas.

Los antecesores del Metaverso fueron inicialmente los juegos virtuales, meros programas de ordenador, que pronto se convirtieron al entorno web on-line interactivo. En 2003 se lanzó Second Life, que fue la primera plataforma multimedia donde los usuarios eran capaces de interactuar en una vida paralela -aunque de forma aún muy limitada- a través de un avatar.

Sin embargo ha sido la convergencia y el desarrollo de nuevas tecnologías disruptivas basadas en la explosión de la programación algorítmica, tales como como Blockchain, Inteligencia Artificial (AI), Internet de las Cosas (IoT), Smart Contracts, NFTs[1], junto con los entornos de programación Web 3.0[2], las comunicaciones 5G, y el cloud, las que han permitido construir ya algunos entornos virtuales iniciales inmersivos y multisensoriales que permiten la interacción de los usuarios con otros y con objetos digitales, en forma de red de plataformas interconectadas.

Como hemos mencionado, la industria que está desarrollando el Metaverso tiene sus raíces en la industria de ocio que ha desarrollado los Juegos y la gamificación, que posteriormente en una evolución clara del negocio y buscando nuevos mercados y nichos de valor, se ha ido extendiendo a otros entornos y aplicaciones sobre todos pensadas para móviles (redes sociales, publicidad y eventos, educación, investigación, simulación de entornos de trabajo, producción, comercio electrónico y retail, etc.).

 

En términos prácticos, que oportunidades nos va a permitir el Metaverso como empresarios y profesionales?

El Metaverso abre todo un mundo de posibilidades para las empresas al crear un nuevo entorno de navegación que dejará en el futuro “obsoleto” el modelo actual, un nuevo canal de comunicación con clientes, usuarios, otros negocios, etc., que inicialmente convivirán con el actual pero que llegará un momento que lo sustituirá. A través de avatares, los usuarios y proveedores de servicios podrán interactuar en actividades tales como ocio, experiencias de marketing, ventas y comercio on-line[3], adquisición de parcelas digitales, construcción de entornos de trabajo y oficinas virtuales, creación y celebración de eventos virtuales de todo tipo, arte y desarrollo artístico, formación y educación con múltiples posibilidades,  servicios financieros, servicios de salud, simuladores de todo tipo (aplicaciones científicas, y laboratorios virtuales, desarrollo y prácticas en medicina, transportes terrestres y aéreos, gestión crisis y catástrofes). En definitiva construir una réplica controlada del mundo físico pero sin las consecuencias y efectos de éste.

Como ejemplos de las primeras compañías que están desarrollando ya el Metaverso, esencialmente en modelo descentralizado, planteando universos globales o aplicaciones específicas, tenemos a  Descentraland, Sandbox, Somnium Space, Cryptovoxels, Roblox, Horizon Worlds, e HyperVerse, Altspace VR, BlueJeans, Gather, Metahero, Room.

Además están las tecnológicas punteras globales como Google, Microsoft, Meta, Apple, Amazon, que ya están desarrollando nuevos dispositivos y software para construir y explorar este Metaverso inmersivo quizás con un concepto más “centralizado”, con la intención de crear grandes mundos virtuales, más allá de componentes tecnológicos y facilitación del ecosistema. Asimismo las grandes compañías de los sectores más dinámicos de la economía, como bancos, entidades financieras, aseguradoras, empresas de energía y comodities, sector automoción, transportes, universidades, sector salud, etc. ya están desarrollando sus planes para instalarse en este nuevo entorno.

La evolución de internet hacia el Metaverso va a cambiar la forma de trabajar, socializar, consumir y aprender de los usuarios y supone un desafío legal extraordinario. Además de la adaptación que deba realizarse a nivel de las diversas normativas aplicables de la UE, tendrá gran impacto las nuevas Directivas sobre Mercados Digitales y el futuro Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial. Afectará igualmente a normas generales y será necesario regular los derechos del avatar personal con el que el usuario interactúa en el metaverso. Por otra parte los aspectos económicos serán otro de los grandes retos que plantea el universo virtual, especialmente porque más allá de poder usar dinero real en las transacciones que se realicen, también se podrán usar criptomonedas o intercambiar criptoactivos, en un enfoque tokenomics, en el que las empresas involucrarán a sus clientes y stakeholders en formas nuevas de participar en el resultado de sus negocios.

 

Perspectiva ética del Metaverso

Los retos del Metaverso son muy diversos y amplios, además de los jurídicos ya mencionados se unen otros de naturaleza diversa como la ciberseguridad, la fiscalidad, la evitación de conductas maliciosas o delictivas, y también los puramente éticos derivados de la necesidad de limitar las consecuencias dañinas aunque no deseadas voluntariamente por los usuarios. En este sentido este debate se enlaza con los límites y la ética de la Inteligencia Artificial, que son plenamente aplicables. Además del grado de autonomía operativa de los programas concretos utilizados, debe considerarse la privacidad, la seguridad, la huella de carbono del sistema, la propiedad intelectual (e industrial) derivada de las plataformas en el Metaverso, la posibilidad de desarrollar tecnologías de doble uso (militar-civil), consecuencias en la salud mental o psíquica de los usuarios, desinformación, retos a la libertad de los ciudadanos, a la igualdad, no discriminación y los demás derechos humanos. No parece que en todos estos casos la autorregulación de los diferentes actores del Metaverso vaya a ser suficiente para asegurar que no se van a producir efectos indeseables, por lo que conviene ir anticipando a nivel de la Unión Europea y los reguladores nacionales el trabajo necesario, aunque hoy por hoy el Metaverso sea más un proyecto prometedor que una realidad. En este sentido hacer una última referencia a la necesidad de tener en cuenta las recomendaciones de la UNESCO sobre la ética de la Inteligencia Artificial[4].

Rafael Tripero, Socio de Cremades & Calvo-Sotelo

 


[1] NFT – Non Fungible Tokens

[2] Web 3.0 es una web (www – world wide web) descentralizada basada en tecnología de cadena de bloques (Blockchain) y la economía de tokens, en la que los usuarios son a la vez sus propietarios 

[3] Por ejemplo, probadores virtuales de ropa, simuladores de interiorismo inmersivos, experiencias de test y pruebas de conducción, turismo, etc.

De acuerdo