El dueño de Redbar emprende una cruzada para cambiar la ley que obliga a cerrar los restaurantes seis horas al día: «Eso de que Madrid es el adalid de la libertad que proclama la presidenta Isabel Díaz Ayuso no se ajusta a la realidad», afirma.
Redbar es uno de esos extraños establecimientos en el que es más difícil encontrar mesa a la 2 de la madrugada que a las 14.00 horas del mediodía. De hecho, es el único restaurante de Madrid que desafía las prohibiciones y abre las 24 horas del día.
Paradojas de la vida, mientras Madrid vive un frenesí de aperturas de locales nocturnos como la nueva Gabana, Castellana, 8, Viso94, Fitz Club, Vandido, Rubicón o Giselle, la restauración sigue obligada a cerrar durante seis horas por la noche.
El empresario Felipe Alayeto ha emprendido una cruzada contra esta restricción y ha decidido abrir las puertas de su restaurante durante toda la noche, pese a que ya ha pagado 20.000 euros por las continuas multas que recibe. La Policía Local acude muchas veladas a su comedor con el fin de levantar acta por incumplimiento de la normativa y ya acumula 35 expedientes sancionadores.
Pero Alayeto ni se arredra ni esconde la cabeza. Asegura que jamás le han puesto una sanción por superar el aforo o por problemas de ruido, sino que su único delito es dar de comer a los clientes por la noche.
«Estamos proporcionando un servicio. Es un sinsentido que no podamos ofrecer cenas de madrugada, como sucede en París, Roma o Berlín. A la que se la tiene que caer la cara de vergüenza es a la Administración, que no se ha adaptado a los nuevos hábitos y a las necesidades de los consumidores», explica Alayeto en su local, ubicado en la calle San Leonardo, frente al hotel Riu de Plaza de España.
CONFUSIÓN CON EL OCIO NOCTURNO
Un informe elaborado por el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo para Hostelería de Madrid critica la paradoja de que las discotecas y las salas de baile puedan ofrecer servicios de restauración entre las 12.00 y las 5.30 de la madrugada, mientras que los restaurantes lo tengan prohibido.
«Se produce así el mayor absurdo al que se puede llegar con esta dinámica y es que, a partir de las 2:00 de la madrugada, en Madrid, sólo se puede cenar en discotecas y salas de baile», concluye el dictamen de los letrados.
Otro de los aspectos en los que incide este dosier es en la confusión que genera la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas al equiparar la restauración con la actividad que se realiza en las discotecas, cuando son tareas totalmente distintas.
Por eso, Alayeto se quiere distanciar del ocio nocturno y lucha para que caiga el mito de que por la noche sólo se puede salir a beber copas. «Eso de que Madrid es el adalid de la libertad que proclama la presidenta Isabel Díaz Ayuso no se ajusta a la realidad. La Comunidad de Madrid tiene la legislación más restrictiva de toda España en cuanto a los horarios de la restauración. Es una normativa arcaica que no recoge las necesidades de los consumidores», censura este restaurador.
En comunidades como Galicia, Baleares o Cataluña la legislación es más flexible y se permite a los restaurantes abrir más horas al día. Por ejemplo, en Cataluña la normativa autoriza a cerrar tres horas por la noche, la mitad que en Madrid.
Alayeto argumenta que hay un 16% de población activa que trabaja en horario nocturno en España -más de 3,5 millones de trabajadores- y no encuentra un lugar abierto de madrugada para picar algo en la ciudad.
De hecho, la idea de cenar de madrugada no era extraña en Madrid, ya que durante los años 80 y 90, los VIPS permanecían abiertos 24 horas. Sus restaurantes y sus tiendas eran parada obligada de los noctámbulos de la ciudad que acudían a última hora.
Sin embargo, en 2018 la familia Arango vendió el grupo a la empresa mexicana Zena Alsea, que cambió el modelo de negocio y cerró las tiendas. Ahora, salvo Redbar, sólo en San Ginés se puede degustar un chocolate con churros a altas horas de la madrugada.
Por eso, en Redbar la peregrinación de clientes es constante durante toda la noche: turistas que llegan tarde a la ciudad; nómadas digitales; estudiantes que prefieren empollar en horario nocturno; artistas que salen de trabajar de los musicales de la Gran Vía; reponedores que acuden al centro a traer mercancía; taxistas y policías nacionales que trabajan en el turno de noche e incluso el tenista Rafa Nadal y el campeón de motos Jorge Lorenzo también se han dejado caer por el local.
Redbar cuenta con tres turnos de trabajo de ocho horas, lo que presenta la ventaja de que los empleados saben a qué hora empiezan y a qué hora acaban. De esta forma, los cocineros y los camareros no tienen que hacer horas extras y se evita el estrés que se genera cuando llegan clientes rezagados a última hora. Es más, según el empresario, el turno nocturno es bastante demandado por los trabajadores, porque cobran un 30% más y les permite conciliar.
52 PÁGINAS DE CARTA
De momento, Redbar cuenta con cuatro locales en Cataluña y otro pendiente de abrir en Madrid, en Puerta de Toledo, a la espera de un dictamen de la Comisión de Patrimonio. En este restaurante se puede comer de todo, ya que goza de una amplia carta de 52 páginas que incluye platos de 12 países distintos: desde burritos hasta hamburguesas pasando por sushi, pizzas, pokes y bocatas.
Desde la Asociación Hostelería de Madrid están trabajando para impulsar un cambio en la Ley de Espectáculos Públicos, que data de 1997, y establece que los restaurantes deben permanecer cerrados durante seis horas. La legislación ha registrado avances después de que una orden dictada en abril de 2022 por la Consejería de Presidencia de la Comunidad eliminase los supuestos en los que se permitía abrir los locales de noche.
Con esta nueva orden, la autorización de ampliación de los horarios queda a criterio de los ayuntamientos, por lo que desde Redbar han lanzado dos peticiones a la Agencia de Actividades -un organismo autónomo que depende del Área de Urbanismo- que han sido rechazadas.
En cualquier caso, para el empresario catalán, la orden de Presidencia se queda corta y desde Hostelería de Madrid piden a la Comunidad que se incluya en su articulado el concepto de «local de restauración continuada».
Foto: Felipe Alayeto, en Redbar.SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL