Debajo de las luces de las ciudades y de la abigarrada maqueta de edificios que las constituyen, existe un tejido nervioso, un esqueleto de cobre que interconecta todo con todo. Por esas redes de cobre viajan, por un lado, la energía y por otro la información y las telecomunicaciones.
Nadie podría entender una ciudad hoy, sin una infraestructura que permita todo tipo de comunicaciones, tanto de difusión de información o broadcast ( comunicaciones (1 a n), como las Cadenas de Televisión o las Emisoras de Radio, que emiten desde un Centro Emisor a Numerosos receptores), cómo las de consulta de muchos usuarios que acceden a la información almacenada en las Bases de Datos (n a 1), como por ejemplo acceder a información sobre Hoteles o sobre Horarios de vuelos de las Compañías aéreas; y por supuesto, quedan las comunicaciones interactivas (n a n), que son comunicaciones de todos con todos, como la telefonía, la telegrafía y más recientemente el WhatsApp.
Hoy se habla de ciudades inteligentes (Smart Cities). Son ciudades que están desarrollando Planes para aprovechar al máximo las ventajas y capacidades que para muchos de los Servicios a los ciudadanos permiten las nuevas tecnologías, como gestión del tráfico, gestión de los aparcamientos, Protección civil, Salud, economía de recursos, gestión del tiempo, etc.
En todo este nuevo ecosistema, la fibra óptica tiene y tendrá, un papel muy relevante. Su infinita capacidad para cursar simultáneamente millones de datos, la hace imbatible como medio de transporte de todo tipo de señales, sean imágenes, voz, datos, textos, alarmas, señales de telecontrol, seguridad, etc.
Nuevos desarrollos de la tecnología de las comunicaciones móviles, como los que se han visto recientemente en Barcelona en el Congreso Mundial de Móviles (El GSM BMWC), aplicados por ejemplo a la industria del automóvil, nos va a permitir disponer a corto plazo de automóviles autónomos eléctricos, que circularán por nuestras ciudades sin contaminar y prácticamente sin ningún riesgo de accidentes.
Si que probablemente plantearán problemas de tipo ético ya que la inteligencia artificial que los dirige, tomará muchas decisiones que en gran parte serán muy sencillas y lógicas, pero en otras podrán plantear conflictos éticos. Por Ejemplo: Que decisión tomar si en un inevitable accidente, el vehículo autónomo debe decidir si atropella a una señora en estado de gestación o a un niño.
Es difícil determinar como el vehículo debe aplicar sus prioridades. Tendrán que existir” arboles de decisión” basados en reglas éticas del estilo de las tres famosas leyes de la robótica que ya leímos hace muchos años en el famoso libro de Isaac Asimov “Yo robot”:
1.- Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2.-Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
3.-Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Otro asunto que preocupa es la seguridad y la protección civil. En ambos casos la tecnología de sensores captadores de todo tipo de información como imagen, temperatura, sonidos, humedad, etc.,
Toda la información recogida por los sensores en múltiples puntos, se puede procesar en nodos que atienden a zonas geográficas, y llevarla a equipos de control expertos que, usando algoritmos de Inteligencia Artificial, puedan tomar decisiones y actuar. De modo que puedan gestionar un gran número de situaciones imprevistas que pueden requerir la acción de los Servicios de Emergencia y de Protección Civil.
Además de la fibra Óptica, otra gran revolución en este campo, se va a generar una vez que se haya instalado la tecnología móvil 5G.
Hay quien dice que el 5G podrá ayudar a que se produzca la cuarta Revolución Industrial. De hecho, se habla de que las ciudades y países que primero la implanten, se convertirán en referentes del desarrollo de sus sociedades, no solo en el desarrollo industrial y por tanto económico, sino también en el desarrollo social.
El 5G al minimizar el tiempo de latencia de las redes permitirá aplicaciones que funcionan en tiempo real, que tan importantes son por ejemplo en los automatismos. (Coches autónomos, Robots Agrícolas, Drones, etc.), Sistemas de Defensa, Medicina, Etc.,
Una Red Global basada en Fibra Óptica y 5G, con una gran velocidad de transmisión de datos y unos tiempos de respuesta muy cortos, permitiría muchas aplicaciones muy útiles para la sociedad.
Enrique Jalle; Miembro del Consejo Asesor de Cremades & Calvo-Sotelo; Director General Desarrollo Grupo Zener.