El pasado mes de noviembre se publicó un real decreto ( https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2020-13969) que modificaba el reglamento de circulación en varios aspectos y uno de ellos son las modificaciones de las velocidades en zonas urbanas. Estas nuevas medidas entraran en vigor el 12 de mayo de 2021 y a partir de este día tendremos unos nuevos límites genéricos de velocidad en las vías urbanas. Este tema de las velocidades reducidas en ciudades es una tendencia en Europa y se está hablando de las ciudades 30, con el claro objetivo de reducir accidentes en las calles de nuestras ciudades y en particular en zonas urbanas con concentración de peatones o zonas escolares.

Pero vayamos por partes, este nuevo reglamento establece que el límite genérico de velocidad en vías urbanas será de:

  1. 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera.
  2. 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación.
  3. 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

     A estos efectos, los carriles reservados para la circulación de determinados usuarios o uso exclusivo de transporte público no serán contabilizados.

Pero esta normativa solo puede contribuir a facilitar el objetivo a más largo plazo de las ciudades 30, objetivo que no se logra cambiando solo las velocidades en unos pocos días, ya que estamos ante un cambio de hábitos y una asunción por parte de la población de moderar las velocidades urbanas y conseguir unas ciudades diferentes, con menos accidentes y seguramente con menor contaminación.

Estos criterios de ciudad 30, no son nuevos, aunque se han acelerado desde el año 2015 en toda Europa, la primera ciudad que realizo un cambio hacia el concepto 30, es la ciudad del sur de Austria, Graz, con una población de más de cuatrocientos mil habitantes, se establecieron a partir del año 1992, la velocidad de 30 km/h en el 80% de su territorio. Actualmente esta ciudad con un gran centro histórico medieval, tiene unos 802 kilómetros de sus calles con la velocidad de 30 y el resto, unos 194 kilómetros a 50 km/h.

Es importante añadir que cuando se implantaron las medidas solo un 30% de la población estaba conforme con estos cambios, pero en el año 2002 era un 81% de la población la que se mostraba satisfecha con los cambios. Pero insistimos el objetivo no es solo reducir velocidades y de una manera uniforme, el objetivo es mejorar los accidentes de tráfico y sus consecuencias, la ciudad austriaca tiene actualmente una reducción del 24% de los accidentes graves, pero mantiene allí donde la estructura y características urbanas lo condicionan los 50km/h.

La evolución de la nueva movilidad urbana, que se puede ver afectada o acelerada por los efectos de la COVID, no es solo una limitación de velocidades, se debe ir más allá con medidas planificadas y una estrategia de nuevas técnicas de urbanismo que genere un espacio público de calidad y que por sí solo sea capaz de conseguir velocidades más calmadas en los entornos urbanos. Existen entidades nacionales e internacionales que están desarrollando criterios técnicos que pueden impulsar las ciudades 30 y que no consiste solo en hacer una reducción de velocidades por medio de señales o normas y sin aportar nada más.

La ciudad 30 es un nuevo concepto de estructura urbana, con una normativa adecuada a la ciudad y un trabajo de información a la ciudadanía sobre el cambio de hábitos y la paulatina adecuación a las nuevas realidades sociales.

Recordamos que desde nuestra consultoría podemos realizar la redacción de los nuevos criterios de movilidad en las ciudades, así como actualizar las ordenanzas de circulación o movilidad de los municipios.

 

Alfonso Perona es abogado en ejercicio, asesor y formador en temas relacionados con la movilidad urbana sostenible y la seguridad vial. 

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