Hace dos décadas era completamente impensable tener una concepción de las facilidades que la tecnología ha aportado en nuestro día a día de cada uno de nosotros. A través de la misma, nuestra vida es mucho mas sencilla haciendo posible que las fronteras tal y como las concebíamos, se estén derribando paulatinamente para crear un mundo completamente globalizado tal y como lo conocemos hoy en día.

En este sentido, la moda no es ajena a la implicación e innovación tecnológica. Un sector que tradicionalmente ha sido y es objeto de diseño, innovación y vanguardia, no puede dejar de lado algo que a día de hoy se ha vuelto absolutamente cotidiano. El uso de la tecnología en la moda ha llegado para quedarse. Quien no ha escuchado hablar de los nuevos tejidos inteligentes que podrán informarnos a tiempo real mediante conexión a Internet de aspectos significativos de nuestra salud, o prendas que repelen de manera automática material líquido para evitar manchas o mojarnos en un día de lluvia. De igual modo, la tecnología no solo se emplea a nivel de diseño y producción, si no que además, ya estamos viendo como la misma se instaura a nivel de cliente final a través de los distintos canales de distribución. Nos referimos como ejemplo a los espejos inteligentes instalados en los probadores donde no será necesario cambiarnos para probar nuestra prenda favorita, realizar las compras a través del mismo cristal del escaparate sin necesidad de entrar en la tienda, o incluso el tener un asistente personal de manera virtual que intervendrá única y exclusivamente cuando lo necesitemos.

Otra de las innovaciones más vanguardistas en el mundo de la moda, está directamente relacionado con el deporte. La llevanza de una vida mas saludable canalizado a través de la práctica deportiva conlleva que las empresas dedicadas a la fabricación de ropa deportiva hayan invertido en el uso de la tecnología para mejorar a la hora de hacer ejercicio físico. Hablamos de prendas inteligentes que pueden llegar a controlar los movimientos corporales cuando estamos practicando nuestro deporte favorito para así evitar posibles lesiones o dolores innecesarios.

Pero todas estas cuestiones que sin lugar a dudas evolucionan el sector de la moda, necesitan del apoyo de una seguridad jurídica canalizado a través de firmas internacionales de abogados con un alto nivel formativo y que cuentan con un gran número de especialistas que sepan realizar un traje a medida y adaptarlo a las necesidades de los intervinientes en todas las escalas del sector. Firmas como Cremades & Calvo-Sotelo, a través de su área de Derecho de la Moda, serán los encargados de lidiar y dar respuesta a todas las controversias y problemática que se vayan suscitando en el ámbito del tiempo.

Es necesario que tanto diseñadores, proveedores y distribuidores estén amparados y protegidos tanto por personal cualificado como por un marco jurídico que mire por sus intereses para que les proteja en aras de desarrollar con rigor y placidez el excelente trabajo que durante años ha caracterizado a los profesionales de la moda.

El derecho, al igual que en todas las capas sociales, debe tomar partida en uno de los mayores tejidos empresariales e industriales de Europa, dar un paso adelante y crear valor adaptándose a todas las necesidades que la moda lleva pidiendo a gritos desde hace años, todo ello gracias al gran avance tecnológico y social en materia de consumo.  Canalizar esa protección a través de un marco normativo sectorial y a través de formación jurídica especializada, para dar respuesta a aspectos significativos como la propiedad intelectual de las creaciones o la privacidad de los consumidores en el uso de las prendas tecnológicas, tiene que ser el primer paso para asentar las bases del futuro.

 

Guillermo Hidalgo.
Dpto TMT Cremades & Calvo-Sotelo.

De acuerdo