Escribía en Agosto- con ocasión de la salida de España, más o menos voluntaria, del Rey D. Juan Carlos que he sido monárquico y que quiero seguir siéndolo.

De ahí que me preocupe, y mucho, la situación actual de nuestra Monarquía zarandeada por la actividad del Gobierno actual.

El Art. 56 de nuestra Constitución dice literalmente “El Rey es el jefe del Estado”, símbolo de su unidad y permanencia y arbitra y modera el funcionamiento de las Instituciones…” y el art.62 y siguientes especifica cuáles son las funciones que se le atribuyen al Rey.

El tratadista de Derecho Político- Santamaría de Paredes, argumentaba que el Rey es el cuarto Poder del Estado y le atribuía, como hace la Constitución, el poder de moderar el funcionamiento de las Instituciones.

Se trata, pues, de una cuarto Poder que como los otros tres-legislativo, ejecutivo y judicial- han de ser libres en el ejercicio de sus competencias.

Una cosa es que el Rey admita y respete las decisiones que en el ámbito de sus competencias adopte el Poder Ejecutivo y otra que éste límite al Poder Moderador-El Rey- su espacio competencial.

No puede el Rey moderar el funcionamiento de las instituciones, como establece la Constitución, si el Poder Ejecutivo no se lo permite.

Esta descripción teórica de la coordinación y del ejercicio libre de su función de cada Poder no se está cumpliendo en estos en momentos en España.

Hoy el Poder Ejecutivo-el Gobierno Social-comunista impone al Poder Moderador- en terminología de Santamaría de Paredes – es decir al Reymoderar el funcionamiento de las Instituciones.

Hay varios ejemplos de esta situación y el último ha sido la decisión mal tomada-y que me perdone la Vicepresidenta Carmen Calvo- de no dejar que el Rey presida en Barcelona la entrega de sus títulos a los nuevos jueces.

Este es un acto de representación Institucional que le corresponde, en consecuencias, presidir al Rey porque así lo exige el respeto a la independencia judicial. Por cierto otro Poder que cada vez está, en la apariencia real, cada vez más condicionado por la influencia del Poder Ejecutivo y son estas injerencias entre Poderes precisamente los que el Rey tiene que moderar.

Así que en la actualidad, el Poder Moderador del Rey- según la Constituciónestá limitado y condicionado por uno de los poderes que tiene que moderar.

La Corona tiene que velar por el cumplimiento de la Constitución y mantenerse firme en la exigencia de que todos los Poderes del Estado le respeten.

Hace algún tiempo alguien dijo- creo que fue Alfonso Guerra- que Montesquieu había muerto y con él su doctrina de la separación de los poderes. Desgraciadamente parece que tenía razón.

Estamos a tiempo, pero no hay mucho, de salvar el incumplimiento de nuestra Constitución y, en consecuencia del ejercicio libre en el funcionamiento de los Poderes del Estado.

Se dice que el cuarto Poder son los medios de Comunicación. No confundamos.

Los medios influyen poderosamente, eso sí, en la opinión pública e incluso en los Poderes reales del Estado, pero no son parte de las Instituciones del Estado.

El cuarto Poder es el Moderador y su titular es el Rey y a él y solo a él le corresponde ejercerlo.

Jose María Álvarez del Manzano y López del Hierro

Socio Cremades & Calvo-Sotelo

De acuerdo