En casi todos los casos, el juez ha decidido archivar las denuncias, alegando que el franquiciado gestiona su propio negocio y asume los riesgos económicos

El juicio que enfrentaba a Restalia contra varios franquiciados se dirimió afavor del grupo de restauración. El juez dictaminó el pasado martes elarchivo de la demanda por estafa, una decisión que suele ser la tónica habitualen este tipo de casos. De hecho, otras cadenas como Granier, McDonald’s,Burger King, Tecnocasa, DIA o Carrefour también han sido denunciadas en losúltimos años por algunos de sus franquiciados y han salido vencedoras en lostribunales. Sobre todo si el litigio se ha desarrollado por la vía penal, dondeprácticamente no hay ninguna sentencia que condene por estafa a la franquicia,según apuntan fuentes jurídicas.

En casi todos estos casos, los tribunales han archivado las denuncias, alconsiderar que el franquiciado actúa como un empresario independiente quegestiona su propio negocio y asume los riesgos económicos. Si la franquiciafracasa, por tanto, entienden que no cabe señalar como culpable a la cadena, almenos penalmente. En este sentido, muchos de estos autos que rechazan depleno la comisión de un delito suelen recomendar a los denunciantes queacudan a la vía civil para resolver los conflictos entre marcas y franquiciados.

Ahora bien, ¿por qué hay franquicias que siguen acudiendo a la vía penal? ParaJordi Ruiz Villa, socio director de Fieldfisher España, la respuesta es clara. «Sondenuncias infundadas. Es una estrategia que se conoce como querella a lacatalana«, explica. La intención es aprovechar el daño reputacional que puedecausar a la cadena que los medios se hagan eco de la denuncia por estafa yobligar al franquiciador a negociar condiciones, como la reducción de royalties.

Asimismo, el abogado agrega que algunos denunciantes aprovechan el menorcoste que tienen los procedimientos penales frente a los civiles, donde perderun litigio puede llevar aparejada una condena en costas (lo que implica pagarlos honorarios del abogado del contrario, entre otras cosas). «Utilizan elprocedimiento para conseguir alguna información, como proveedores u otrascuestiones, para intentar detectar irregularidades o argumentos que les puedanservir posteriormente en la vía civil», detalla.

Una táctica que, sin embargo, niegan haber adoptado en el caso de Restalia.»No es una medida de presión. Basta con ver la documentación quepresentamos y la cantidad de pruebas que aportamos, los indicios sonabrumadores», asegura José Luis González Montes, el socio de Cremades &Calvo-Sotelo que ha llevado el caso. De hecho, el abogado adelanta que van arecurrir la decisión del juzgado, al considerar que incurre en variasirregularidades, y agrega que seguirán peleando en la vía penal.

Por su parte, Restalia ya ha anunciado que llevará de vuelta a susexfranquiciados a los tribunales. Tras conocerse el auto del juzgado madrileño,la cadena ha determinado que «emprenderá las acciones de cualquier índoleque considere oportunas frente a la intencionada campaña de desprestigio quese ha llevado a cabo y de reclamación de los perjuicios que estas actuacioneshan ocasionado», según las declaraciones recogidas por Servimedia. Lacompañía considera que «el único objetivo era dañar la imagen y reputación«.

No es la primera vez que el despacho Cremades & Calvo-Sotelo lleva a lostribunales a una cadena de franquicias alegando la comisión de un delito. En2016, presentó una denuncia contra Havi Logistics, la empresa encargada dedistribuir los productos a las franquicias de McDonald’s. En esta ocasión, el jueztambién dictaminó el archivo de la denuncia, al no presentar indicios de delitopenal. Por otro lado, el bufete de Rafael Franco —que también llevó la defensade algunos denunciantes en el proceso contra Restalia— acusó de estafa a lacadena de panaderías Granier, pero el caso fue archivado definitivamente en2020.

En el caso de la cadena de supermercados DIA, el mayor franquiciador deEspaña, con más de 1.500 tiendas bajo este modelo de gestión, surgieronlitigios puntuales de este tipo hace algunos años, en el contexto de la anteriordirección. De hecho, uno de los casos más sonados se produjo en 2016, con laquerella por estafa liderada por el bufete Marcos García-Montes, enrepresentación de ocho franquiciados, entre otros denunciantes. Este casotambién quedó archivado y, en la actualidad, el grupo de distribución no cuentacon ningún proceso de este tipo, según apuntan fuentes de la compañía.

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